La Chamarrita

La chamarrita es un estilo musical folclórico del litoral principalmente de Entre Rios donde Linarez Cardozo le dio identidad

El musicólogo brasileño Renato Almenida considera que es original de las Islas Azores, donde conserva el nombre de chamarrita. Luego, fue introducida en Brasil por inmigrantes de estas islas y desde allí pasó al litoral argentino y a Uruguay. Parece mostrar cierto ingrediente afro y un evidente parentesco rítmico con la milonga.

En Brasil es conocida como chimirrita, en su doble condición de danza y canto. Jesús López Flores anota el antecedente de la zamarra, danza de baile enlazado, semejante a la milonga.

Vicente Rossi la denomina simarrita y admite el ingrediente afro en su estructura musical.

Su danza es de pareja suelta en conjunto y de movimiento vivo. En ella, las parejas coordinan sus movimientos.

La chamarrita es una danza de pareja suelta e independiente sin coreografía determinada como el chamamé y la polca. Es decir, no se define una coreografía sino que se pueden realizar pasos de diferentes manera y en diferente orden (también como el huayno y el carnavalito). Se baila tomados en posición enlazada cerrada y a veces en rondas grupales.

El Chamamé y su historia




Para algunos historiadores: El Chamamé es una danza de pareja enlazada,  género bailable de música folclórica argentina, correspondiente a la música litoraleña. 
Su área de dispersión es el Litoral Argentino sobre todo en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Centro Este de Formosa, Noreste de Santa Fe, todo el Chaco y Misiones, el Sur de Brasil.
Sus Orígenes
Se dice que la  palabra chamamé proviene de la frase en idioma guaraní "ñe'ẽ mbo'e jeroky", que quiere decir "cantos danzas". Es posible que este vocablo haya nacido, o sea originario de algún lugar de la región que representa; o que el pueblo lo haya exhumado de su bagaje tradicional, donde estaba adormecido. Acertada o no, real o ficticia la denominación de chamamé, el pueblo aceptó la misma, y así la difunde.
Si bien son relativos los antecedentes sobre los que pueda basarse un análisis cierto y valedero referido a los orígenes, de la denominación y sus implicancias, podemos remontarnos en las páginas del tiempo, al siglo XVII; y geográficamente al nordeste correntino, más propiamente determinado por las orillas del Río Uruguay. Allí tuvieron su asentamiento las raíces étnicas de nuestra raza guaraní (según lo que se conoce), fuertemente influenciadas por las corrientes jesuíticas, que en los albores del año 1600, fundaron las primeras reducciones.
Según Emilio Noya (Diario El Litoral de Corrientes, 11/10/1973, pág.7) "Las primeras reducciones de la compañía de Jesús, establecidas en la zona guaraníticas hacia el año 1609, advierten sorprendidas que los aborígenes poseían música propia y además, fabricaban instrumentos rudimentarios para acompañar sus danzas rituales y ejecutar motivos onomatopéyicos".
Algunos de los instrumentos mencionados por Noya, se perdieron a través del tiempo, tal como: congoera (flauta grande hecha con hueso); tururu (trompeta fabricada indistintamente con asta de caña); mburé (trompeta de tacuara); mbaracá (especie de guitarra cuya caja era de calabaza y constaba de cinco cuerdas); guatapú (bocina para atraer los peces); mimby (flauta de tacuara, similar a la quena); etc.; cuyos antecedentes llegaron hasta nuestros días, únicamente a través de las obras de algunos musicólogos.
El cordófono (arpa) también se perdió en el tiempo, y actualmente es utilizado casi con exclusividad en la República del Paraguay.
Otro producto del ingenio musical guaraní fue el que, emulado, habría llegado a ser el acordeón que en 1829 perfeccionaron Damián de Viena (quien fue el primero en patentar un acordeón) y Sir Charles Wheatstone, creador de los bajos. Sucesivamente aportaron reformas al instrumento, C. Buschmann y Bussón, en 1840.
Consideramos que el instrumento guaraní indicado, se trataba de una caja de madera con agujeros a la cual se le insuflaba viento por un sistema de fuelle manual; copiado del fuelle a pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos elementos introducidos en la cultura guaranítica por los jesuitas.
Los sonidos de dicho instrumento, se lograban tapando y destapando con los dedos los agujeros de la caja; en actitud similar a la digitación que actualmente se realiza con los botones del acordeón.

Clasificaciones según sus influencias
Al Chamamé, se lo califica como: Chamamé orillero: en el que se notan muchas influencias del tango. , como  Chamamé cangüí (triste): se caracteriza por su tónica lenta y sentimental. O como Chamamé maceta: de pulso y ritmo vivos, habituales en los grupos que tocan en festivales, bailes y "boliches".
La Danza puede tener un ritmo alegre y animado, o, por el contrario, ser triste y alegórica.
Se caracteriza por una disposición musical poli-rítmica en la que la estructura de apoyo (bajo-base) se ejecuta en pie binario (3/4), mientras que la melodía, es decir el canto como los instrumentos de rasgueo, se sobreponen melódica y tonalmente con una estructura ternaria (6/8).

La Influencia del Chamamé
La influencia del Chamamé Llega al Chaco, Entre Ríos y Santa Fe incluyendo la ciudad de Rosario donde a partir de la primera mitad de la década de los cuarenta en el siglo XX se comenzó a gestar un gran movimiento chamamecero. Se extiende por toda la mesopotamia argentina y la provincia de Formosa y la Patagonia chilena.1 En la segunda mitad del siglo XX, debido a las migraciones internas, el chamamé comenzó a introducirse en la ciudad de Buenos Aires. Por lo demás, dada la afinidad cultural y la proximidad de su núcleo original, el chamamé es muy frecuente en Paraguay y Brasil en los estados de Mato Grosso do Sul, Paraná, Santa Catarina y el norte de Rio Grande do Sul. También hay que destacar, que más allá de donde es oriundo el chamamé y de sus de reconocidos pioneros, también en cada región, provincia, o ciudad cuenta con sus pequeños (grandes) autores, haciendo rica y variada la cultura chamamecera a lo largo y a lo ancho de la región.

1ro de Agosto Festival de la Pacha Mama

Fiesta Nacional de la Pachamama y de los Pueblos Andinos
1ro. de Agosto - San Antonio de los Cobres - Salta - Argentina
Llega agosto, el mes de lo fasto y lo nefasto y comenzará en San Antonio de los Cobres, una de las celebraciones culturales, más significativa, tradicionales, y expresivas de la República Argentina.
Para todos los habitantes del Noroeste Argentino es la Madre Tierra, la deidad máxima. La Pachamama es un dios femenino, que produce, que bendice, que engendra. Su morada está en las entrañas mismas de la tierra.

El Sahumerio:
En agosto, la ceremonia incluye la limpieza total de las casas, por la mañana, a primera hora, los habitantes de este fantástico pueblo, juntan la basura de todas las esquinas, la colocan en una pala conbrazas y le agregan chacha y pupusa (plantas de la zona) y con esto sahuman todas las casas, las cosas y también a los integrantes de las familias.
A lo lejos se puede ver el humo que sale de los caseríos formando un paisaje único.
De esta manera se le pide perdón a la madre tierra de rodillas y agradeciendo y rezando en conjunto.

El Ritual:
El ritual consiste en preparar un saumerio con alcohol en un "suyo de llama" sumarle comidas criollas y recipientes con bebidas fuertes. Todo esto se deposita en un pozo excavado previamente en la tierra y luego se tapa con una piedra blanca (apacheta) para identificar el lugar para el próximo año. La ceremonia incluye la ingesta de mate con alcohol y la colacación de "Llojke" (también llamado Yoki, amuleto realizado de dos hebras de hilo de color blanco y negro).

1 º de agosto, a tomar tres traguitos de caña con ruda

En toda el área guaranítica, y allí donde esta cultura ha calado en su expansión, con actitud casi religiosa, se cumple el rito de beber “caña con ruda”, todos los 1º de agosto. El preparado, para combatir lo supuestos males que podrían venir con este mes, se elabora días antes, y debe ingerirse como primer alimento del día. En la actualidad se ha “modernizado” en sus componentes. Del licor fabricado con chañar, algarroba, patay o tunas, se pasó a la caña (la más popular es la caña paraguaya) y el lugar de la “contrayerba” (mezcla de hierbas medicinales) ahora es ocupado por la ruda.Según cronistas de la conquista, en esta época del año (agosto) se producían grandes lluvias, las que, agregando el frío estacional, provocaban enfermedades, algunas epidemiológicas. Muchas aldeas se diezmaban a causas de las pestes. Los nativos encontraron la forma de combatir los males. A través de sus chamanes elaboraron el remedio consistente en mezclar hierbas con licores, del cual debía beberse un trago al comenzar la estación de las lluvias chaqueñas (hablamos del Chaco Gualamba).El encuentro de culturas, generó la predominancia de la conquistadora que cambió los componentes, llegando a nuestros días tal como se la conoce. Aquel que no compra caña en los comercios, mezcla agua potable con alcohol etílico en proporciones que varía según el gusto, le agrega hojas de ruda maceradas, y se colorea el compuesto con azúcar quemada. Más cerca en el tiempo, los “gringos” le agregan cáscara de naranja al quemar el azúcar. El preparado debe estacionarse varios días, para permitir la conjunción de las sustancias que componen el remedio.La moderna medicina, aconseja vacunar a los ancianos y a las personas de bajas defensas, al llegar el invierno, para evitar la gripe. Es posible que se hayan operado cambios climáticos importantes, que trasladaron en el tiempo, la práctica cultural.La imaginería guaranítica le adosó virtudes a los componentes y al compuesto mismo. Desde afirmar que una ramita de ruda colocada debajo de la almohada del cónyuge poco cariñoso, cambia su actitud haciéndolo mimoso, hasta llevar una rama en la oreja para calmar los dolores menstruales. Algunos médicos antiguos han hablado de las virtudes de la ruda para calmar la fiebre producida por picaduras de avispas, hasta ser efectiva para demorar los efectos del veneno inyectado en una mordedura de víbora.Sin dudas, esta inofensiva práctica, forma parte del folclore guaranítico fuertemente arraigado en Corrientes.
Por José Ramón Farías

Hierba de gracia
La ruda es un género de arbustos de pequeñas hojas perennes y aromáticas en la familia de los cítricos y es nativa de la región mediterránea. Ésta hierba es conocida en la gastronomía a pesar de el sabor amargo se ha utilizado tradicionalmente en la cocina europea y en las antiguas recetas romanas. Todavía se usa hoy en el norte de África como un alimento.

Shakespeare, en su libro Hamlet: tragedia comenta que… La ruda se llamaba en Inglaterra “Hierba de gracia” o “Hierba Santa del Domingo”, porque los Curas católicos la usaban, mezclándola con la bebida que daban a los energúmenos cuando los exorcizaban. Por ello es considerada por muchos como el símbolo de arrepentimiento y amargas lecciones. La ruda tiene una mejor imagen en el mundo de las hierbas medicinales y se caracteriza por su fortaleza, probablemente debido a que puede crecer en las peores condiciones del suelo

Adios al "Zurdo" Martinez

En la mañana del 12 de enero, se fue el "Zurdo" Martínez... La madrugada del pescador, ya no tendra su voz ni su guitarra... pero los que te conocimos y disfrutamos tu arte maravilloso, jamas vamos a olvidarte... hasta siempre Miguel.

El Universo Zurdeño
Zurdo, vos sabés de la canoa porque la montás. Sabés del curupí, del timbó, porque compartís el silencio a la sombra. Vos estás en la isla, sos con la isla, con los isleros, y nosotros te sabemos hoy dormido en la paz recontra merecida y vos te empecinás en descansar, claro, pero con las alas abiertas al modo del biguá.
La entrerrianía está acunando en su seno al mejor de sus pájaros. Si la calandria canta lo que quiere, como la calandria: donde apuntás está el tono justo y sin hacer jamás de la velocidad una razón.
Ahora, ¿no debiéramos decir que te sacaste los gustos en vida? Sabemos de tu felicidad en interpretar a Yupanqui, y en divulgar su obra en escenarios, en aulas, al aire libre. Donde cuadre, Atahualpa, donde sea, yupanquismo.
Una voz profunda, expresiva, entrerriana, una guitarra con identidad propia, una vida integrada a la naturaleza y la cultura, sin artificios, sin forzar nada (algo así dijo el Negro Aguirre, lo dijo mejor, claro; y que el Zurdo es el Paraná en persona, por ancho, por generoso).
Ah, y una prolija selección de poemas admirados y melodías propias y algunos que otros versos de tu pluma que ya son nuestros.
Fiel a tus convicciones americanistas, antiimperialistas, no sabemos cuántas fotocopias repartiste con párrafos de Marcelino Román sobre la unidad de la América Criolla. Fiel a tu vena artística, tal vez no exageremos al decir que repetiste un millón de veces en otras tantas circunstancias la frase de Yupanqui: al
 pueblo hay que darle lo que merece, o sea: lo mejor.
Dicho en criollo: basta de mediocridades. Que el Paraná arrastra un rumor de chamamé, que el guaraní nos llega en la corriente con los camalotes, que el mercantilismo nos está ahogando... Que durmamos con un ojo abierto por aquello de la penetración imperialista... Cuando reunamos tus palabras, sin apuros (hoy las circunstancias nos limitan), todo alcanzará su dimensión.
Para una noche así, ha dicho el Polo: "Lástima que el casco del alma costera / no halle calafate para su dolor".
Nos quedamos, pues, en silencio con Ramón Ayala, con Carlos Santamaría, con el Polito Martí, con el Negro Aguirre que decidió exhibir su corazón lastimado y habló en poesía; con Silvina López que no pudo hablar pero te dijo tanto en guitarra, con Ernesto Méndez y tantos jóvenes que no podríamos enumerar, jóvenes que están haciendo sus senderitos (con las patas en el suelo, como te gusta) y siempre agradecen ese aliento que llegaba de la costa. Que llega.
Con tus amigos de la costa, claro, con Juan Manuel Alfaro que pronto nos relatará este universo zurdeño, este universo zurdeño que hoy mojamos en lágrimas y que mañana nos devolverá con un baño de música.
Te saludamos, maestro.
Saludamos tu regreso al seno. Y cantamos con vos: "Cruzada de trino y vuelo la brisa besa el rocío. La tierra aprende a ser río, el río aprende a ser cielo".

Carta de un león a otro



Creo que esta es una de las mejores canciones que hizo Chico Novarro, y el escucharla es como ver la vida del abuelo Gonza... acostumbrado a vivir en un pueblo chiquito del interior con la naturaleza al alcance de la mano y terminar su vida ... en una ciudad en este caso Parana pero que fue lo mismo que leon que de ser el Rey de la selva termina encerrado en un zoologico aunque alli te den de comer y no tengas la necesidad de salir a buscarte tu propia comida... en definitiva es un canto a la libertad de los hombres